Grandes mujeres.

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¿Un poquito de respeto?

miércoles, 30 de abril de 2014


La igualdad empieza desde que cada quien puede estar en los zapatos del otro.

El machismo: una mancha social.

viernes, 25 de abril de 2014

El machismo, es sin duda una de las conductas más impropias del ser humano, el sexismo, en sí, lo es de todos modos. Actualmente, el machismo, el feminismo y otras conductas de este tipo se han convertido en una polémica que muchas y muchos apoyan, y por el contrario que otras y otros tantos repudian. Pero, en síntesis, fue y sigue siendo el machismo la doctrina que hasta los días de hoy continúa predominando nuestra sociedad, porque si bien lo pensamos, es la existencia de dicho machismo lo que ha llevado a la existencia del feminismo. Es por esto, que la evolución sexista ha sido la que ha marcado en muchos sentidos la historia del ser humano.
Pero entonces, si es algo que de los que estamos tan bien informados y de lo que somos sin duda, culpables o victimas ¿Por qué no se ha generado ningún cambio que realmente equilibre la integridad de la mujer con la del hombre en todas las circunstancias? ¿Qué ha sido lo que ha permitido que esta conducta se haya extendido hasta nuestros días? Y más allá de estas cuestiones ¿Por qué en muchos sentidos, los mundos tanto religiosos como laborales siguen teniendo muchos impedimentos para el género femenino?
Es por ello que si se quiere hablar de las mujeres y  literatura, se puede hablar entonces del hecho que fue a partir del siglo XVIII que fueron publicados los primeros libros escritos por mujeres, ya que con anterioridad, mujeres de alto elite podían publicarlos únicamente utilizando un seudónimo de hombre. Es por esto, que en las listas de los libros que son globalmente conocidos y destacados como los mejores, son tan solo una pequeña porción escritos por mujeres, que en su momento, fueron consideradas como maleficios sociales y tachadas en un gran sinnúmero de lugares. Es la literatura tal vez uno de los grandes ejemplos de cómo el machismo ha marcado el paso de los seres humanos sobre el planeta tierra, ya que tiene grandes maneras de demostrar que es una verdad; pero si nos específicamente hablamos de la gran cantidad de acontecimientos que ha permitido que la mujer tenga una casi igualdad con los hombres, entonces también se puede decir que fue hasta a finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX que el estado admitió que las mujeres tuvieran una educación académica que fuese igual a la que era impartida a los hombres; también, fue hasta el siglo XIX cuando se admitió que las mujeres podía ingresar a la educación superior o a las grandes universidades para obtener conocimientos que en el actualmente se conocen como profesionales. Finalmente, fue hasta el siglo XVIII (Como en todo lo anterior) las mujeres tuvieron el derecho de votar, siendo esto impulsado por movimientos feministas en pro del sufragio universal.
Ahora, retornando a lo literario, se puede contar con el testimonio de una de las más grandes escritoras mundiales y latinas de nuestra era, la afamada chilena Isabel Allende, conocida por grandes obras como “La casa de los espíritus” y “Paula”; ha dado a conocer su posición como defensora de los derechos de la mujer y ha dado a conocer por todo el mundo las dificultades que se le han presentado a lo largo de su carrera por parte de una creciente sociedad machista. Afirma que “(Una mujer) tiene que hacer el doble o el triple de esfuerzo para obtener la mitad del reconocimiento que un hombre.”   Pero, si hablamos de que somos las mujeres las únicas que defendemos los debido derechos de género femenino, entonces, sería algo que no es en su totalidad cierto, ya que encontramos una gran cantidad de escritores mundiales que han estipulado su unión ideológica hacía este hecho. Por ejemplo, la obra titulada “Trilogía Millennium” del Sueco Stieg Larsson, logra por medio de una historia que nombra las típicas problemáticas sociales y rompe con el estigma de lo que debe de ser la belleza femenina, dar a conocer al lector su admiración y constante apoyo hacía el género femenino. El autor, resume toda su obra con la frase “Al fin y al cabo, esta historia no es de espías y sectas estatales, sino de la violencia que se comete habitualmente contra las mujeres, y de los hombres que la hacen posible” (Larsson, 2009).


En conclusión, el hecho de ser mujer no tiene que ser algo que negativo, por lo contrario, ser hombre tampoco lo es, el problema erradica en que se ha creado desde nuestros antepasados la idea de que el machismo es algo positivo, al igual que hasta el momento se reluce la idea de que ser feminista también es algo bueno, sabiendo bien que en el feminismo muchas de las ideas puntualizado desde un inicio se ha perdido con el paso de los años y ahora no se sabe realmente las causas de dicho movimiento. Desde luego, al hablarse del feminismo no se puede decir que todo en ello es malo, ya que también esta nace a partir de la contrariedad hacía el machismo y de las libertades que he reiterado una y otra vez a través de este texto.
Siendo así, el mundo actual debería de retomar la figura femenina como algo más valioso de lo que muchos dicen que es, preservando esa esencia que en muchas ocasiones ha sido tan bien muchos poetas han expresado como lo han sido Benedetti y como otras grandes poetas ha demostrado que pueden llegar a ser tales como la argentina Alejandra Pizarnik.
Finalmente, quisiera finalizar con el siguiente fragmento de un periódico, que en síntesis, resume el pensamiento de una mujer hacía lo que quizás debería conocer un hombre:
“(…) Y si los hombres, al resolver su amor obsesivo a la madre, pudieran aprender de una vez por todas a ser adultos. Y si los hombres lograran aprender a ser padres dejando un poco de ser hombres con H mayúscula y confesar que están cansados de ser ese sujeto universal que carga el peso del mundo entero sobre sus hombros. Y si los hombres pudieran ser solo compañeros y amantes de las mujeres y compartir este mundo con ellas, tal vez entonces entenderían lo que no logran comprender. (…)” (Thomas, F (2011, 14 de agosto). “Y si los hombres…”. El tiempo, pp 6. "

La mujer fuerte.

miércoles, 23 de abril de 2014


LA MUJER FUERTE


Me acuerdo de tu rostro que se fijó en mis días,
mujer de saya azul y de tostada frente, 
que en mi niñez y sobre mi tierra de ambrosía 
vi abrir el surco negro en un abril ardiente.

Alzaba en la taberna, honda, la copa impura 
el que te apegó un hijo al pecho de azucena, 
y bajo ese recuerdo, que te era quemadura, 
caía la simiente de tu mano, serena.

Segar te vi en enero los trigos de tu hijo, 
y sin comprender tuve en ti los ojos fijos, 
agrandados al par, de maravilla y llanto.

Y el lodo de tus pies todavía besara,
porque entre cien mundanas no he encontrado tu cara
¡y aun te sigo en los surcos la sombra con mi canto!


Gabriela Mistral.